ansiedad somática
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Ansiedad

¿Qué es la ansiedad somática?

¿Qué es la ansiedad somática?

Es muy común que cada vez que estás sintiendo ansiedad, puedas sentir dolencias o malestares físicos sin causa médica aparente. A estos síntomas se les conoce como ansiedad somática.

¿Cómo entender la ansiedad somática?

La ansiedad somática se refiere a la experiencia de síntomas físicos que son causados o exacerbados por la ansiedad. Estos síntomas pueden incluir dolores de cabeza, dolor en el pecho, palpitaciones, mareos y náuseas, entre otros.

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, la ansiedad somática se entiende como una respuesta emocional aprendida que se activa en situaciones de amenaza o peligro percibido.

En este texto, exploraremos los conceptos claves relacionados con la ansiedad somática desde la perspectiva cognitivo-conductual, así como algunas estrategias efectivas para su tratamiento.

Algunas ideas claves de la ansiedad somática

La teoría del procesamiento de la información ha sido útil para comprender cómo la ansiedad somática se relaciona con patrones de pensamiento y comportamiento negativos.

Según esta teoría, los individuos que experimentan ansiedad somática tienden a procesar la información de una manera sesgada, enfocándose en los aspectos amenazantes o peligrosos de una situación y descartando o minimizando los aspectos más positivos o neutrales.

Este patrón de pensamiento negativo puede ser aprendido a través de experiencias previas de ansiedad, en las que el individuo asoció situaciones específicas con sentimientos de miedo o peligro.

Por ejemplo, si alguien tuvo una experiencia traumática en un hospital, puede desarrollar ansiedad somática en el futuro cuando tenga que visitar uno.

Pon atención a los sesgos cognitivos

El sesgo cognitivo también puede ser perpetuado por ciertos hábitos de pensamiento, como la rumiación o la preocupación excesiva.

La rumiación se refiere a la tendencia de una persona a obsesionarse con los pensamientos negativos o preocupantes, sin encontrar una solución o una manera de avanzar.

La preocupación excesiva se refiere a la tendencia a anticipar problemas futuros y preocuparse por ellos, incluso cuando no hay ninguna razón real para hacerlo.

Estos patrones de pensamiento pueden llevar a la persona a experimentar ansiedad somática, ya que su preocupación y temor constantes pueden activar respuestas fisiológicas que dan lugar a los síntomas físicos de ansiedad.

La mirada de la terapia cognitivo conductual

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una forma efectiva de tratar la ansiedad somática.

La terapia se centra en ayudar al individuo a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a su ansiedad.

En la terapia cognitiva, el terapeuta trabaja con el paciente para identificar y desafiar los pensamientos negativos y distorsionados que están alimentando la ansiedad somática.

Por ejemplo, si alguien experimenta ansiedad somática relacionada con su salud, puede tener pensamientos negativos sobre sus síntomas y su estado de salud en general.

El terapeuta ayudará al paciente a desafiar estos pensamientos y a encontrar pruebas que los contradigan.

La solución: La técnica de exposición

En la terapia conductual, el terapeuta trabaja con el paciente para desarrollar habilidades específicas que les ayuden a manejar la ansiedad somática.

Por ejemplo, si alguien experimenta ansiedad somática en situaciones sociales, el terapeuta puede usar técnicas de exposición gradual para ayudar al paciente a enfrentar y superar sus miedos.

La exposición gradual implica exponer al paciente a situaciones sociales temidas manera gradual y controlada, de manera que puedan aprender a manejar su ansiedad de manera más efectiva.

¿Cómo aliviarse de los dolores de la ansiedad somática?

Además de la terapia cognitivo-conductual, hay algunas estrategias que pueden ayudar a reducir los síntomas de ansiedad somática en el día a día. Una de ellas es la práctica de la relajación.

La relajación progresiva es una técnica que implica tensar y relajar los músculos de todo el cuerpo, lo que puede ayudar a reducir los síntomas físicos de la ansiedad.

Otras técnicas de relajación, como la meditación y la respiración profunda, también pueden ser útiles.

El ejercicio físico también puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad somática.

El ejercicio libera endorfinas, que son químicos del cerebro que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.

Además, el ejercicio puede ayudar a reducir la tensión muscular y mejorar la calidad del sueño, lo que también puede ser beneficioso para aquellos que experimentan ansiedad somática.

Revisa este artículo sobre ansiedad y ejercicio físico.

En resumen…

En conclusión, la ansiedad somática es una experiencia común para muchas personas que experimentan ansiedad.

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, la ansiedad somática se entiende como una respuesta emocional aprendida que se activa en situaciones de amenaza o peligro percibido.

La terapia cognitivo-conductual es una forma efectiva de abordar la ansiedad somática, al ayudar al individuo a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a su ansiedad. A

demás, hay algunas estrategias útiles que pueden ayudar a reducir los síntomas de ansiedad somática en el día a día, como la práctica de la relajación y el ejercicio físico.

Si estás experimentando ansiedad somática, te recomendamos buscar ayuda de un profesional de la salud mental capacitado en terapia cognitivo-conductual para abordar tus preocupaciones y mejorar tu calidad de vida

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Fuentes

American Psychological Association. (2017). Anxiety disorders.

National Institute of Mental Health. (2018). Anxiety disorders.

Equipo Psicología Clínica
Equipo de edición de contenidos de psicología y nutrición.

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