qué es sesgos
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Ansiedad

¿Qué es sesgos cognitivo?

¿Qué es sesgos cognitivo?

La ansiedad es una respuesta a aquello que interpretamos como amenaza o incertidumbre, cuya representa una distorsión de la realidad, que es sesgo cognitivo de la percepción de la persona ansiosa.

Sesgos y la perspectiva cognitivo conductual

La perspectiva cognitivo-conductual se centra en cómo los pensamientos y comportamientos influyen en nuestras emociones y estados mentales.

Un concepto clave en esta perspectiva es el de sesgos cognitivos, que se refiere a patrones de pensamiento distorsionados que pueden afectar nuestra percepción y procesamiento de la información.

En este texto, exploraremos más a fondo qué son los sesgos cognitivos y cómo pueden influir en nuestra vida cotidiana.

¿Cómo se define un sesgo cognitivo?

Un sesgo cognitivo puede definirse como un error sistemático en la forma en que procesamos la información.

En lugar de procesar la información de manera imparcial y objetiva, los sesgos cognitivos pueden hacer que nos centremos en ciertos aspectos de la información mientras ignoramos otros, o que interpretemos la información de manera incorrecta.

Aunque los sesgos cognitivos pueden ser útiles en algunas situaciones, como cuando necesitamos tomar decisiones rápidas, pueden ser perjudiciales en otras, especialmente cuando se trata de nuestra salud mental y bienestar emocional.

Tipos de sesgos cognitivos

Hay varios tipos de sesgos cognitivos que pueden afectar nuestra forma de pensar.

Uno de los más comunes es el sesgo de confirmación, que implica buscar información que confirma nuestras creencias y descartar información que las contradice. Este sesgo puede llevar a una estrechez de miras y a una falta de apertura a otras perspectivas.

Otro sesgo común es la atención selectiva, donde nos enfocamos en ciertos aspectos de la información mientras ignoramos otros, lo que puede llevar a una percepción distorsionada de la realidad.

También es común el sesgo cognitivo del pensamiento dicotómico, donde vemos las cosas como “todo o nada” y no consideramos matices o grises intermedios.

Por ejemplo, podemos pensar en términos de éxito o fracaso en lugar de considerar los muchos resultados intermedios posibles.

Este tipo de pensamiento puede ser especialmente perjudicial cuando se trata de nuestra autoevaluación, ya que puede llevar a sentimientos de auto-duda y auto-crítica.

¿Cómo se relacionan los sesgos cognitivos y la ansiedad?

Los sesgos cognitivos también pueden influir en cómo interpretamos los eventos en nuestra vida diaria.

Por ejemplo, el sesgo de atribución puede llevarnos a atribuir eventos positivos a causas externas (por ejemplo, “tuve suerte”) mientras que atribuimos eventos negativos a causas internas (por ejemplo, “soy un fracaso”).

Este tipo de pensamiento puede llevar a sentimientos de falta de control y desesperanza.

La terapia cognitivo-conductual se centra en identificar y corregir estos sesgos cognitivos para mejorar el bienestar emocional y mental.

El objetivo de la TCC es ayudar a las personas a reconocer estos patrones de pensamiento negativos y a aprender a cuestionarlos y reemplazarlos con pensamientos más realistas y positivos.

¿Qué técnicas ayudan a identificar y cambiar los sesgos de realidad?

Hay varias técnicas que pueden ser utilizadas en la TCC para abordar los sesgos cognitivos.

Una de ellas es la identificación de pensamientos automáticos, donde se anima a los pacientes a identificar pensamientos negativos y distorsionados en respuesta a ciertos eventos.

Una vez que se han identificado estos pensamientos, el terapeuta puede ayudar al paciente a cuestionarlos y a encontrar pensamientos alternativos más realistas y positivos.

Otra técnica útil en la TCC es la reestructuración cognitiva, donde el paciente aprende a reemplazar pensamientos negativos por otros más adaptativos y realistas.

Por ejemplo, si alguien tiene el pensamiento distorsionado de “todo me sale mal”, se le animaría a encontrar ejemplos de situaciones en las que las cosas sí le han salido bien.

La TCC también puede utilizar la exposición, que implica exponer al paciente a situaciones que pueden desencadenar pensamientos negativos para que pueda aprender a enfrentarlos de manera más efectiva.

Por ejemplo, si alguien tiene miedo de hablar en público, se le animaría a hacer presentaciones en un ambiente seguro y controlado para ayudarlo a superar su miedo.

En resumen…

los sesgos cognitivos son patrones de pensamiento distorsionados que pueden afectar nuestra percepción y procesamiento de la información.

Pueden influir en nuestra autoevaluación, nuestra interpretación de eventos cotidianos y nuestra capacidad para tomar decisiones.

La TCC es una terapia efectiva para abordar estos sesgos cognitivos y ayudar a las personas a desarrollar patrones de pensamiento más realistas y positivos.

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Fuentes

Beck, J. S. (2011). Cognitive Behavior Therapy: Basics and Beyond. Guilford Press.

Lynch, T. R., & Cheavens, J. S. (2008). Thought patterns for depression: A pilot study of gender differences in rumination. Cognitive Therapy and Research, 32(3), 359-372.

Equipo Psicología Clínica
Equipo de edición de contenidos de psicología y nutrición.

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