como es el colon irritable
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Nutrición

¿Cómo es el colon irritable?

¿Cómo es el colon irritable?

Conocer cómo es el colon irritable o Síndrome del Intestino Irritable (SII) te puede ayudar a adoptar medidas preventivas y de autocuidado.

El SII es una alteración digestiva que se caracteriza por producir dolor y distensión abdominal en forma recurrente, las que van asociadas a trastornos de la defecación.

Generalmente se trata de una condición crónica, es decir, que te acompañará para toda la vida… ¡Pero no temas, existen múltiples tratamientos para disminuir los síntomas y mejorar tu calidad de vida!

¿Qué significa “Colon Irritable”?

El término “Colon Irritable” implica que quienes padecen de esta condición, tienden a poseer un sistema digestivo más sensible y reactivo, en comparación a personas que no la padecen.

Quizás no sabías esto, pero el SII es una enfermedad bastante frecuente, se estima que puede afectar entre hasta un 15% de la población adulta, y es mucho más común en mujeres que en hombres. Tiende a iniciarse en la adolescencia o en la adultez temprana y persistir en forma intermitente a lo largo de la vida.

En la mayoría de los casos se desencadena sin una causa aparente y sus síntomas pueden variar de persona a persona… incluso la misma persona puede tener distintos síntomas en función del contexto en que se encuentre o por cambios en su dieta y estilo de vida.

Algunos síntomas

Los síntomas principales del colon irritable incluyen uno o varios de los siguientes:

  • Dolor de estómago o retortijones que empeoran luego de comer y mejoran luego de ir al baño.
  • Meteorismo o distensión abdominal, acompañado de una sensación de pesadez e hinchazón en el estómago.
  • Diarrea o necesidad de defecación urgente que no cede al ir al baño.
  • Constipación o dificultad para defecar.

Pueden existir días donde experimentes una mejoría en los síntomas y otros donde sientas que empeoran o se agudizan, y esto podría estar relacionado o gatillarse a causa de ciertas comidas o bebidas irritantes, por estrés o ansiedad… incluso sin razón aparente.

¿Existe una relación entre el Colon Irritable y la salud mental?

Una investigación reciente publicada en una revista muy importante a nivel mundial, estudió el genoma de más de 50.000 personas con SII para determinar si existía alguna relación entre la enfermedad y otras condiciones de salud.

Lo interesante es que los investigadores efectivamente lograron encontrar una estructura genética similar en personas con riesgo de desarrollar SII y en quienes padecen trastornos del ánimo, como la ansiedad y la depresión, incluso el insomnio.

Esto no significa que una condición vaya a causar la otra, sin embargo demuestra claramente que existe un origen en común entre el SII y varios de los trastornos psiquiátricos más comunes.

¿Cómo iagnosticar el Colon Irritable?

Lamentablemente no hay un examen que detecte específicamente el SII. En general se deben descartar otras patologías que producen sintomatología similar para hacer el diagnóstico, como por ejemplo la enfermedad celíaca o la intolerancia a la lactosa.

Hay ciertas causas a las que se les ha atribuido al desarrollo de la enfermedad, y son las siguientes:

Alteración en las contracciones musculares del intestino

Las paredes del intestino están formadas por varias capas de músculo que al contraerse permiten movilizar la comida. Si las contracciones son más fuertes o largas de lo habitual podrían causar gas, distensión o diarreas. Y por el contrario, una contracción más débil puede producir que la comida circule más lentamente y genere constipación.

Anormalidades en el sistema nervioso

Las alteraciones en las terminaciones nerviosas del sistema digestivo pueden desencadenar una mayor concentración de gases o acumulación de material de desecho.

Infecciones del sistema digestivo

En caso de haber cursado con alguna infección estomacal o gastroenteritis fuerte de origen bacterial o viral, se podría producir un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino y desencadenar sintomatología de SII.

Estrés temprano

Personas expuestas a eventos estresantes a muy corta edad tienden a experimentar mayor sintomatología de SII.

Cambios en la microbiota intestinal

La disbiosis o desbalance en la composición de las colonias bacterianas del colon podría producir sintomatología incómoda y otras afecciones a la salud.

Tratamiento nutricional y cambios del estilo de vida

No hay un solo tratamiento específico para el SII, y lo que le puede servir a una persona puede no servirle a otra. La buena noticia es que hay múltiples tratamientos y abordajes nutricionales que se pueden intentar hasta encontrar el adecuado.

Aquí te dejo algunos consejos de alimentación y hábitos de vida para ayudarte:

  • Regálate un tiempo para relajarte y liberarte del estrés diario. Prueba la práctica del mindfulness, la meditación, incluso el yoga… Como dice el dicho “mente sana, cuerpo sano”.
  • Aumenta tu actividad física diaria, ya sea con ejercicio, clases de zumba, andar en bicicleta, todo sirve, incluso salir a caminar ya es una gran ayuda.
  • Evita saltarte comidas o comer muy tarde en la noche.
  • Come porciones pequeñas, lentamente y sin apuros. Revisa algunos consejos del Mindful Eating que te pueden ayudar con esto.
  • Prioriza alimentos que pueden ayudar a disminuir los síntomas:
    –        ¡Mantente hidratado! Bebe al menos 8 vasos de agua al día.
    –       Prueba una dieta baja en FODMAPs. Esta dieta se caracteriza por ser baja en carbohidratos de cadena corta, es decir, algunos azúcares, almidones y fibra que no son absorbidos en el intestino delgado, y al llegar al colon absorben agua y fermentan, produciendo malestar.
    –        Prepara infusiones de menta para beber luego de las comidas.
    –        Prueba con un suplemento de probióticos.
  • Evita alimentos que podrían causar mayor irritación o malestar:
    –        Comidas muy grasosas como las papas fritas, el queso y la mantequilla.
    –        Comidas picantes o muy procesadas como la comida rápida.
    –        El exceso de té o café (evita beber más de 3 tazas al día).
    –        Consumir más de 3 porciones de frutas al día (contabiliza que cada porción equivale a unos 80 gramos).
    –        Limita lo más que puedas el alcohol y las bebidas gasificadas.
    –        Evita los endulzantes terminados en “ol”, como el maltitol, sorbitol y xilitol.
    –        Reemplaza las verduras crucíferas como el repollo, brócoli, coliflor o coles de bruselas.
  • Mantén un diario de alimentos y sintomatología para que logres identificar qué alimentos te causan problemas.
  • Si el tratamiento dietético y los cambios de hábito no son efectivos para ti, puedes probar ciertas terapias para el manejo del estrés y la ansiedad como la terapia cognitivo conductual.

En resumen…

¡Recuerda que tu diagnóstico no es una sentencia de vida!

Hay muchas acciones que puedes probar para mejorar tus síntomas, y a medida que estos vayan mejorando, puedes ir incorporando ciertos alimentos y bebidas que hayas excluido hasta volver a una alimentación normal.

Mi recomendación es que busques asesoría con profesionales de la salud certificados que puedan adaptar el tratamiento a lo que más te sirva a ti.

Referencias

National Institute for Health and Clinical Excellence. Irritable bowel syndrome in adults. Diagnosis and management of irritable bowel syndrome in primary care.

McKenzie, Y. A., Bowyer, R. K., Leach, H., Gulia, P., Horobin, J., O’Sullivan, N. A., … & Thompson, J. (2016). British Dietetic Association systematic review and evidence‐based practice guidelines for the dietary management of irritable bowel syndrome in adults. Journal of Human Nutrition and Dietetics, 29(5), 549-575.

Hungin AP, Mulligan C, Pot B, et al. Systematic review: probiotics in the management of lower gastrointestinal symptoms in clinical practice—an evidence-based international guide.

Eijsbouts, C., Zheng, T., Kennedy, N.A. et al. Genome-wide analysis of 53,400 people with irritable bowel syndrome highlights shared genetic pathways with mood and anxiety disorders. Nat Genet 53, 1543–1552 (2021).

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