sindrome de burnout
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EstrésPsicología Laboral

Guía sobre el Síndrome de Burnout

Guía sobre el Síndrome de Burnout

Entender los factores de riesgo, distinguir los síntomas y conocer cuáles son las consecuencias, te permitirá aprender a desarrollar una rutina preventiva del Síndrome de Burnout.

¿Qué es el Síndrome de Burnout?

El Síndrome de Burnout fue reconocido por la OMS en el año 2000 y actualmente es descrito por la 11va versión del Manual de Clasificación Internacional de Enfermedades, como un síndrome de desgaste profesional o ocupacional, el que no es reconocido como una enfermedad médica.

En general, el Síndrome de Burnout es descrito como un conjunto de factores que afectan el estado de salud de la persona, los cuales son el resultado del estrés crónico proveniente de la actividad laboral, el cual no fue manejado a tiempo.

Si bien este síndrome no fue incluido en el manual DSM ni en su 4ta ni 5ta versión, la definición más aceptada es la de dra. Christina Maslach, autora de la escala oficial que mide este síndrome:

“Una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos principales rasgos principales son el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución del desempeño personal”.

En complemento a esta definición, Gil-Monte también propone que el Síndrome de Burnout como una respuesta al estrés laboral crónico que “provoca que la persona tenga actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia propia de sentirse agotado”.

Estadísticas

Según la APA, en el año 2021 el 79% de los colaboradores estadounidense experimentaron estrés laboral, en que en 3 de cada 5 desarrolla síntomas negativos de estrés.

Con relación al Síndrome de Burnout, el 32% de los colaboradores reportó agotamiento emocional, 36% aumento de la distancia mental respecto al trabajo y 26% falta de energía y realización personal.

¿Cuáles son sus síntomas?

Según la clasificación realizada por el manual CIE-11, el síndrome se caracteriza por:

Sentimientos de falta de energía o agotamiento.

Es la fatiga generalizada que puede estar relacionada con dedicar tiempos y esfuerzos excesivos a una tarea o proyecto que no se percibe como beneficiosa.

Por ejemplo, una sensación de agotamiento, particularmente agotamiento emocional, puede ser causada por seguir cuidando a un paciente que tiene muy pocas posibilidades de recuperación.

Es decir, cuando en el trabajo se deja de sentir un sentido y motivación para la persona que lo realiza.

Aumento de la distancia mental con respecto al trabajo, o sentimientos negativos o cínicos con respecto al trabajo.

Es una actitud distante o indiferente hacia el trabajo.La despersonalización se manifiesta como comportamientos negativos, insensibles y cínicos y al interactuar con colegas o pacientes de manera impersonal.

La despersonalización puede expresarse como comentarios poco profesionales dirigidos a los compañeros de trabajo, culpar a los pacientes por sus problemas médicos o la incapacidad de expresar empatía o dolor cuando muere un paciente.

una sensación de ineficacia y falta de realización

Es la tendencia a evaluar negativamente el valor del propio trabajo, sintiéndose insuficiente en cuanto a la capacidad para realizar el propio trabajo, y una baja autoestima profesional generalizada.

Y no solo esto….

Además de padecer de estas tres dimensiones que definen el Síndrome de Burnout, muchas personas tiende a desarrollar síntomas no específicos, como:

  • Sentir mayores sentimientos de frustración, enojo, miedo o ansiedad.
  • Pueden expresar una incapacidad para sentir felicidad, alegría, placer o satisfacción.
  • Problemas relacionado con el sueño, como el insomnio.
  • Tensión muscular.
  • Frecuentes dolores de cabeza.
  • Problemas gastrointestinales.
¡Importante!

El Síndrome de Burnout está relacionada (y provocada) con la actividad laboral-ocupacional de la persona.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de desarrollar el Síndrome de Burnout son:

Individuales
  • Tener problemas de autoestima.
  • Mecanismos de afrontamiento al estrés desadaptativos, como manejar el estrés a través del abuso o dependencia del alcohol o alguna sustancia.
  • Adultos jóvenes con visión idealista del mundo.
  • Expectativas altas e irreales (o inalcanzables).
  • Problemas financieros.
Organizacionales
  • Pesada carga laboral.
  • Conflictos con compañeros de trabajo.
  • Falta de recursos laborales, como implementos o planes de acompañamiento adecuados.
  • Falta de control u orden en la organización.
  • Desbalance entre el esfuerzo y la recompensa laboral.
  • Falta de personal.
  • Rápidos cambios organizacionales.
Factores críticos ambientes laborales de salud y cuidados
  • Cambios de turnos de trabajo.
  • Rápida rotación de pacientes.
  • Muerte de pacientes.

Consecuencias del Síndrome de Burnout

Las consecuencias del Síndrome de Burnout son:

En la salud física
  • Estrés.
  • Fatiga.
  • Incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, de aumentar la presión sanguínea,  de desarrollar diabetes tipo 2 y/o desarrollar problemas respiratorios.
En la salud mental
En el ámbito personal
  • Abuso de alcohol o sustancias.
  • Aislamiento de amistades y familiares.
  • Irresponsabilidad financiera.
  • Rabia contra familiares.
  • Dificultad para cumplir con las responsabilidades.
En el ámbito profesional
  • Insatisfacción profesional.
  • Aislamiento de colegas y compañeros de trabajo.
  • Disminución del rendimiento y productividad laboral.

Tratamiento

El tratamiento del Síndrome de Burnout se basa en la reducción del estrés y el desarrollo de habilidades y estrategias para enfrentarlo (McEwen, 2017).

Con esta premisa, es importante que en una etapa inicial o de crisis, es decir, cuando se detecta el síndrome en la persona, ésta pueda ser aislada del estrés por el tiempo que sea necesario para recuperarse física y mentalmente.

En esta etapa es fundamental el apoyo psicológico profesional que ayude a la persona a realizar un descanso necesario antes de volver íntegramente a las laborales. Regular los síntomas metabólicos como el sueño, la alimentación y el cuerpo en general suelen de ser las primeras metas por lograr en esta etapa.

En una segunda etapa, el apoyo psicológico ayudará a la persona a desarrollar estrategias de afrontamiento del estrés que le permitan reinsertarse nuevamente a sus rutinas laborales con mayor seguridad.

Aumentar la sensación de seguridad y valoración personal, fortalecer la autoestima, disminuir los síntomas que se experimentan y fortalecerlas habilidades interpersonales son algunas de las metas que se deben ir logrando en esta etapa.

La tercera etapa comienza con la reintegración a la rutina laboral, donde el apoyo terapéutico ofrecerá la oportunidad de ir ‘ajustando’ el nuevo ritmo laboral, las nuevas expectativas personales y a fortalecer una actitud y conducta de bienestar en sus relaciones laborales.

Prevención

Las estrategias de prevención del Síndrome de Burnout de deben realizar conforme a cada una de las fases de su desarrollo:

Fase inicial o de entusiasmo

Las primeras señales de alarma surgen en esta fase inicial, las que tienen relación en cuanto al afrontamiento a situaciones estresantes.

Aquí es importante mejorar tus habilidades para afrontar el estrés, tolerarlo o para aprender a relajarte.

Cursos de meditación, actividades deportivas, instancias de coaching o capacitaciones pueden resultar de mucha ayuda en esta fase.

También al psicoeducación y la educación financiera son una gran herramienta en esta etapa.

Fase de estancamiento

La persona duda acerca de su capacidad para responder satisfactoriamente a las exigencias del entorno de trabajo. Se desarrolla el estrés.

En esta fase se hace importante que puedas fortalecer el equilibrio entre la vida laboral y personal, buscando alternativas para mejorar tu motivación laboral o cuestionarte si lo que estás haciendo es realmente lo que quieres para ti.

Es importante comenzar apoyo psicológico.

Fase de frustración

La persona se encuentra crónicamente frustrada en su trabajo, ocasionando sentimientos de vacío. Esto provoca que su estrés comienza a percibirse de manera diaria o crónica.

En esta etapa el apoyo psicológico es importante para evitar que tu estrés se convierta en un Síndrome de Burnout. Balancear las áreas de tu vida, tener metas a nivel personal y laboral y mantener tus espacios y tiempos de ocio y descanso son esenciales para recuperarte del estrés.

Fase de apatía

Corresponde a la fase central del Síndrome de Burnout y se caracteriza por la tendencia de la persona a paralizar sus actividades de trabajo, disminuye el ritmo de trabajo y se agudiza la falta de interés por el mismo.

Surgen las somatizaciones del desgaste profesional por medio de alteraciones emocionales, físicos y conductuales (por ejemplo, irritabilidad, cambios de humor, pérdida de apetito, etc.).

Es tiempo de descansar y complementar el apoyo psicológico con apoyo médico.

Fase de quemado

Se caracteriza por el colapso emocional y cognitivo que sufre la persona afectada y las importantes repercusiones sobre la salud, el trabajo y la vida extralaboral, hasta el punto de que la persona puede verse obligada a abandonar el trabajo como consecuencia del estado de desgaste alcanzado y a no encontrar sentido a su vida.

En esta fase DEBES contar con apoyo psicológico y pensar en adoptar medidas que pueden resultarte extremadamente difíciles, como cambiar tu situación laboral o estilo de vida.

Debes cuidarte mucho y darte el tiempo necesario para volver a reintegrarte a tu vida laboral.

Equipo Psicología Clínica
Equipo de edición de contenidos de psicología y nutrición.

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