Comunidad LGBT: ¿Cuándo pedir ayuda?
La comunidad LGBT es un grupo de personas que sufre muchas veces de sintomatología depresiva y ansiedad.
Presentan factores de riesgo importantes y necesidades de apoyo específicas.
Identificarse como parte de la comunidad LGBT
El proceso de identidad respecto a la sexualidad está basado en definiciones que a lo largo de la historia se ha reducido a la genitalidad.
Desde la perspectiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS):
“La sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida.
Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.
Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales.
La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre.
La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales”, (OMS, 2006).
Desde esta arista entonces es que la sexualidad puede vivenciarse desde la propia realidad de cada persona y se compone de dimensiones que abarcan el género, la orientación sexual y el sexo biológico.
Comunidad LGTB
La comunidad LGBT-actualmente también descrita como LGTBIQA+- está compuesta por personas lesbianas, gays, trans, bisexuales, intersexuales, queer, género fluido, género no binario, demisexuales, asexuales entre otras.
Cada persona dentro de la comunidad vive su experiencia de manera diversa y la expresa desde su sentir.
Sin embargo, un componente esencial a la hora de hablar de sexualidad es la salud mental y los riesgos que existen a la hora de hablar de tasas de suicidio, que son más altas que en la población heterosexual (Tomicic et al,. 2016), así como el miedo al momento de solicitar ayuda psicológica o médica.
Problema principal en salud mental: Factores de Riesgo
El principal problema respecto de la salud mental de las personas LGTBI son los factores de riesgo, asociados a las experiencias sociales que atraviesan.
En ellas, se identifican estresores externos como la victimización y la discriminación homolesbobitransfóbica, actitudes heterosexistas y la problematización hacia la diversidad sexual, así como estresores internos, considerados desde la propia experiencia de cada individuo/a , como lo es la internalización del estigma sexual, el ocultamiento de la identidad de género, la hipervigilancia y las orientaciones sexuales diversas (Immel, Martínez & Tomicic, 2021).
La internalización del estigma se puede observar día a día en la población, las personas la viven como discriminación y mensajes de odio.
Esto lo observan desde distintos focos ya sea en la televisión, redes sociales, políticas públicas, establecimientos educacionales, trabajo, ect.
Además de experimentarla de una manera interna como baja autoestima asociada a la identidad sexual y/o a la orientación sexual, lo que muchas veces lleva a las autolesiones o a la ideación suicida.
Rechazo y exclusión
El prejuicio, rechazo y exclusión, incrementa los factores de riesgo individuales para el suicidio, así como peores indicadores de salud mental en general, como lo es experimentar síntomas de depresión y ansiedad los cuales son 1.5 veces más altos que en personas heterosexuales (King et al., 2008 en Barrientos et al.,2021).
Si se agrega que el 40% de las personas trans y no binarias están diagnosticadas con depresión (Guzmán-González et al., 2020 en Barrientos et al., 2021) el panorama no es mucho más alentador.
Además, se suma el riesgo de abuso de sustancias y autolesiones (Tomicic et al., 2016).
Es importante destacar que todos los factores de riesgo mencionados están asociados al componente social de la discriminación y no son inherentes a la sexualidad de las personas.
Por lo que ser parte de la comunidad LGTBI no significa automáticamente experimentar depresión o ideación suicida.
Sino que es el experimentar discriminación y falta de apoyo lo que deriva en problemas de salud mental.
Otro importante foco de riesgo es la no aceptación familiar, esta constituye a su vez un punto crítico, sobre todo en población joven que depende muchas veces de su familia en términos económicos y socioemocionales.
Los y las adolescentes que están descubriendo su identidad muchas veces se ven expuestos al rechazo por parte de familias que no apoyan su proceso.
Esto, debido a creencias sociales o religiosas, lo que afecta fuertemente la propia aceptación y la autoestima.
Pandemia y comunidad LGBT
La pandemia del COVID-19 ha impactado de manera global en la salud mental de las personas. Sobre todo en Chile, un país que ha visto elevado sus
índices de depresión.
De esta manera, las personas pertenecientes a la comunidad LGBT han mostrado un aumento en relación a los efectos emocionales del COVID-19 y el encierro, así como sentirse sofocados/as debido a su identidad LGTBI, ya que muchos/as no pueden expresarse por quienes son durante el confinamiento (Barrientos et al.,2021).
Esto se puede observar aún más en adolescentes, que no pueden optar por programas de salud mental si no cuentan con el apoyo familiar y no han podido recurrir a sus grupos de amigos/as, quienes representan un factor importante de apoyo emocional.
En este sentido, el riesgo de maltrato psicológico y/o físico puede verse incrementado.
Factores protectores
En el caso contrario a los antes mencionados, un factor protector es el apoyo familiar.
En las familias en que los miembros de la comunidad LGBT han sido aceptados y tratados con respeto y cariño la resiliencia a la suicidalidad aumenta, lo que significa básicamente que la ideación suicida y las autolesiones disminuyen (Tomicic et al., 2016).
Otro factor protector importante es el grupo de pares, el sentirse parte de una comunidad.
Por lo tanto, es fundamental buscar apoyo en las personas que están pasando por procesos similares y pueden comprender los cambios y decisiones que se vienes ya sea con la develación de la orientación sexual y/o la identidad de género.
La escucha activa y comprensiva de los pares ayuda a que las personas se sientan respetadas y valoradas en sus emociones y vivencias.
Se debe incluir además un ambiente social inclusivo, en donde las personas pueden ser quienes son, sin máscaras sociales y sin tener la necesidad de ocultar su verdadera esencia.
Dónde buscar apoyo
El apoyo se puede encontrar de diversas formas:
Rodeándose de amigos/as que respeten quien eres.
Ser parte de colectivos y/o comunidades en donde puedas sentirte representado/a
Buscar ayuda en fundaciones dedicadas al trabajo y apoyo de comunidades LGTBI, como Todomejora.org, Fundación Selenna o Fundación Renaciendo donde puedes encontrar material de lectura para aclarar conceptos o aprender sobre el proceso que estás viviendo y apoyo emocional individual y/o familiar.
Buscar apoyo psicológico mediante una terapia para poder visualizar tus necesidades de ayuda.
Cuándo pedir ayuda
Las principales razones para pedir ayuda psicológica generalmente ocurren cuando las personas se ven en una crisis emocional, presentan angustia, síntomas depresivos, ataques de pánico, ideación suicida, entre otros.
El factor principal de riesgo aquí es que muchas veces se ignoran síntomas previos y se espera a estar en punto crítico de malestar para solicitar atención en salud mental.
Los principales factores por los cuales muchas personas dentro de la comunidad LGBT no acuden a servicios de salud mental o atención psicológica es la hipervigilancia que genera la discriminación constante que han experimentado a lo largo de su vida o el miedo al rechazo por parte de los y las terapeutas, al no entendimiento, tienden a esperar y anticipar respuestas de rechazo y esto les genera este estado de alerta constante (Tomicic et al., 2021).
A este fenómeno, se suma que el estigma internalizado de sentirse una minoría.
Muchas veces crea la sensación de tener un problema y sentir que la terapia irá enfocada en “corregir” este problema, lo que da miedo y se rehúye de la atención.
El momento ideal para pedir ayuda depende de cada persona, es individual y subjetivo. Sin embargo, algunas señales de alerta son:
-Sentirse sin ánimo y/o sin energía
-No tener motivación
-No poder expresar su orientación sexual o identidad de género en el hogar o vivir con personas que reprimen quien eres.
-Tener cuestionamientos y/o dudas respecto de su identidad de género u orientación sexual.
-Sentirse o estar aislado/a socialmente o no contar con redes de apoyo.
-Sentir preocupación por develar tu situación o “Salir del Clóset”.
-Sentir ansiedad o preocupación por el futuro.
-Pérdida de placer en actividades que antes eran placenteras
-Dificultad para conciliar o mantener el sueño.
-Dificultad para concentrarse.
-Líbido baja o problemas para concretar o mantener relaciones sexuales.
-Rechazo familiar.
-Estar realizando o pensando en hacerse daño.
-Pensar o desaparecer o morir.
Qué esperar de un terapeuta
Es un gran paso el pedir ayuda y lo importante a esperar de un terapeuta es:
-Actitud comprensiva y actualizada hacia la diversidad sexual y el género.
-Empatía, apoyo y contención emocional.
-Ayudar a entender la propia orientación sexual o identidad de género.
-Excluir la orientación sexual como parte del problema a tratar, ya que no es un problema, es parte de quien eres.
-En el caso de adolescentes y jóvenes, brindar un apoyo psicológico hacia padres, madres y/o cuidadores para la aceptación de la orientación sexual o la identidad de género.
Finalmente, si te sientes identificado/a con este artículo y sientes que es momento de pedir ayuda psicológica, debes saber que es tu derecho sentirte cómodo/a con tu terapeuta y exigir un trato respetuoso y actualizado.
Autora: Sara Muñoz Urra
Psicóloga clínica enfocada en la atención infanto juvenil y adultez temprana, titulada de la Universidad de Valparaíso.
Atención orientada a población general y LGTBI, así como psicoeducación de madres, padres y cuidadores .
Referencias
Barrientos, J., Guzmán-González, M., Urzúa, A. & Ulloa, F. (2021). Psychosocial impact of COVID-19 pandemic on LGBT people in Chile. Sexologies, Vol 30: e35-e41.
http://doi.org/10.1016/j.sexol.2020.12.006
Infante, S., Fundación Todo Mejora (2017) Bienestar, Salud e Inclusión: orientaciones generales para profesionales que trabajan con niños, niñas y adolescentes lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales. Disponible en: www.todomejora.org.
Tomimic, A., Gálvez, C., Quiroz, C., Martínez, C., Fontbona, J., Rodríguez, J., Aguayo, F., Rosenbaum, C., Leyton, F. & Lagazzi, I. (2016) Suicidio en poblaciones lesbiana, gay, bisexual y trans: revisión sistemática de una década de invesigación (2004-2014). Rev Med Chile, Vol 144: 723-733.
Tomicic, A., Immel, N. & Martínez, C. (2021). Experiencias de ayuda psicólogica y psicoterapéutica de jóvenes LGTB sobrevivientes a procesos de suicidio. Revista Interamericana de Psicología, Vol 55. No. 1: e1453.