ansiedad, pensamientos negativos
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Ansiedad

Ansiedad, pensamientos negativos; ¡Estrategias y técnicas!

Ansiedad, pensamientos negativos; ¡Estrategias y técnicas!

Ansiedad, pensamientos negativos y preocupaciones, suelen ser un triángulo cognitivo que resulta muy agotador para la persona que lo padece. En el presente artículo revisaremos algunas estrategias y técnicas que podrían resultar de mucha ayuda.

Ansiedad, pensamientos negativos: ¿Cuál es su relación?

La ansiedad es una experiencia común que puede ser provocada por una variedad de estresores, como situaciones sociales, laborales o personales.

A menudo, las personas que experimentan ansiedad también experimentan pensamientos negativos o preocupaciones persistentes que pueden contribuir a la intensidad y duración de sus síntomas de ansiedad.

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, estos pensamientos negativos se entienden como patrones de pensamiento aprendidos que pueden ser cambiados a través de la terapia y otras estrategias.

¿Cómo trabajar los pensamientos negativos desde la perspectiva cognitivo conductual?

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque de tratamiento basado en la idea de que nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están interconectados y se influyen mutuamente.

En la TCC, se trabaja para identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativo que contribuyen a la ansiedad y otros problemas emocionales.

En lugar de simplemente “detener” los pensamientos negativos, la TCC trabaja para enseñar a las personas a identificar, cuestionar y reemplazar los pensamientos negativos con patrones de pensamiento más realistas y adaptativos.

Un primer paso importante en el tratamiento de la ansiedad y los pensamientos negativos

Aprender a identificar los patrones de pensamiento negativo. Algunos de los patrones de pensamiento negativo comunes que contribuyen a la ansiedad incluyen:

  • Catastrofización (anticipar lo peor en una situación).
  • Sobregeneralización (hacer suposiciones generales a partir de un solo incidente).
  • Personalización (asumir que todo lo que sucede está relacionado con uno mismo).
  • Pensamiento polarizado (ver las cosas en términos absolutos, todo o nada).
  • Magnificación (exagerar la importancia o el significado de un evento).

Una vez que se han identificado estos patrones de pensamiento negativo, se trabaja para desafiarlos y cambiarlos.

Aplica el “cuestionamiento socrático”

Un enfoque común en la TCC es el llamado “cuestionamiento socrático”, que implica hacer preguntas para ayudar a las personas a examinar y cuestionar sus pensamientos negativos.

Por ejemplo, si alguien tiene el pensamiento “si hablo en público, definitivamente voy a hacer el ridículo”, un terapeuta de TCC podría hacer preguntas como “¿cuáles son las pruebas de que definitivamente harás el ridículo?” o “¿qué evidencia hay de que eso haya sucedido en el pasado?”

Esto puede ayudar a la persona a considerar diferentes perspectivas y reducir la intensidad de sus pensamientos negativos.

La reestructuración cognitiva, ¡esencial!

Otra técnica útil de la TCC para abordar la ansiedad y los pensamientos negativos es la reestructuración cognitiva.

Esta técnica implica reemplazar los pensamientos negativos con pensamientos más realistas y adaptativos.

Por ejemplo, en lugar de pensar “si hablo en público, definitivamente voy a hacer el ridículo”, la persona podría reemplazar ese pensamiento con algo como “puedo sentirme nervioso, pero he hablado en público antes y lo he hecho bien”.

Al practicar estos nuevos patrones de pensamiento positivos, se puede reducir la ansiedad y mejorar la capacidad de afrontamiento.

Meditación y atención plena (mindfulness)

Además de la TCC, hay algunas estrategias que pueden ayudar a reducir los pensamientos negativos y la ansiedad en el día a día.

La meditación y la atención plena pueden ayudar a las personas a aprender a centrarse en el presente en lugar de preocuparse por el futuro o rumiar sobre el pasado.

Otras técnicas TCC

El ejercicio físico regular también puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo al liberar endorfinas y reducir los niveles de cortisol, una hormona del estrés.

Otra estrategia útil para abordar los pensamientos negativos es llevar un diario de gratitud o de emociones.

Cada día, escribe tres cosas por las que estás agradecido. Esto puede ayudar a cambiar el enfoque de la atención hacia lo positivo y mejorar el estado de ánimo en general.

Conclusiones

En resumen, la ansiedad y los pensamientos negativos son un problema común para muchas personas.

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, estos patrones de pensamiento negativo pueden ser cambiados a través de la identificación, el cuestionamiento y la reestructuración cognitiva.

La TCC y otras estrategias, como la meditación y la atención plena, el ejercicio físico regular y el diario de gratitud, pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el bienestar emocional en general.

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Fuentes

Beck, J. S. (2011). Cognitive behavior therapy: Basics and beyond. Guilford Press.
Hofmann, S. G., Asnaani, A., Vonk, I. J., Sawyer, A. T., & Fang, A. (2012). The efficacy of cognitive behavioral therapy: A review of meta-analyses. Cognitive Therapy and Research, 36(5), 427-440.

 

 

Equipo Psicología Clínica
Equipo de edición de contenidos de psicología y nutrición.

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