Estrategias para controlar el estrés
Estrategias para controlar el estrés
Como habrás leído en artículos sobre las causas y características del estrés laboral se manifiesta en nuestro cuerpo y mente, afectando también a nuestro desempeño. Conocer estrategias para controlar el estrés es esencial para cuidar tu salud mental.
Por ello, es que es necesario que aprendas formas o estrategias para manejar tu estrés, pues las posibilidades de que tus responsabilidades laborales cambien son pocas, tanto porque te mantienes en la misma empresa o porque tu trabajo conlleva una gran exigencia.
Estrategias para manejar el estrés
Si buscas en internet formas para controlar el estrés, te aparecerán varias opciones para relajarte, como escuchar música armónica, realizar actividades al aire libre que impliquen contacto con la tierra, entonces surge la idea de plantar; también te puedes encontrar con la idea de hacer ejercicios o incluso meditar.
Si somos objetivos, para que estas ideas nos permitan disminuir nuestro nivel de estrés deben realizarse de manera periódica, 3 veces a la semana, y constante en el tiempo, si la hacemos solo una semana no generará cambios en nosotros.
Si eres una persona constante y que realmente quiere hacer algo distinto en su día a día, entonces esto te resultará muy bien, logrando disminuir tus niveles de estrés producto de tu actividad laboral.
¿Es fácil controlar el estrés?
En esta ocasión queremos mostrarte una manera que conlleva un esfuerzo menor, desde lo físico, pero que involucra cambiar tu forma de pensar, verte y ver tu entorno.
Suena sencillo, pero cuando tenemos pensamientos arraigados esto puede resultar un poco más complejo, no obstante, es completamente posible, solo depende de qué prefieras hacer por tu bienestar.
El afrontamiento es el esfuerzo que ponemos para enfrentar la vida cotidiana, siendo que algunas situaciones sean muy complejas para nosotros, es decir, a diario vivimos situaciones que nos pueden complicar como por ejemplo quedarnos dormidos para ir a trabajar, eso no estaba previsto, nos hizo andar apurados, asustados y hasta angustiados.
Nuestra mente busca la forma de solucionar este inconveniente, o sea, afrontarlo de la mejor manera para que logremos recuperar la calma y poder estabilizarnos en nuestras labores cotidianas, así podemos controlar nuestras emociones y no vernos sobrepasadas por ellas.
Ante esto, es que podemos considerar el afrontamiento como la forma en que gestionamos nuestras emociones y el estrés que provocan las situaciones que vivimos.
En el ejemplo anterior, si te pones a llorar desconsoladamente porque te quedaste dormido para ir a trabajar, tu afrontamiento no está gestionando de manera positiva tus emociones, pues en vez de controlarte para evitar llegar aún más tarde, simplemente te diste por vencido y asumiste que estaba todo perdido.
Estrategias de afrontamiento.
Se pueden considerar tres estrategias como las más recomendables y factibles de realizar:
estrategias centradas en el problema
es decir, buscan la forma de resolver la dificultad que se presenta logrando evitar un exceso de estrés por ella. En palabras sencillas es cuando comenzamos a activarnos para hacer algo cuando tenemos un problema que nos estresa, un ejemplo muy sencillo sería cuando se nos pierden las llaves, inmediatamente empezamos a buscarlas en nuestros bolsillos, tratamos de visualizar dónde las vimos por última vez y si no las encontramos vemos que podemos hacer, como llamar a algún miembro de la familia o a quien le hemos entregado una llave en caso de emergencia.
La situación no estresa porque nos complica, sin embargo, buscamos una solución, no nos quedamos sentados a fuera de nuestra puerta hasta que las llaves aparezcan por si solas
estrategias centradas en las emociones
Se relacionan con vernos en presencia de un peligro, en esas situaciones nuestro sistema nervioso manda una alerta y todos nuestros sentidos se agudizan, para que nuestra respuesta sea equilibrada y no nos enfrentemos a un problema mayor.
Por ejemplo, cuando se nos rompen los pantalones en el trabajo, estamos frente a un peligro, nos verán desnudos nuestros compañeros de trabajo.
La situación nos estresa bastante y como respuesta lógica queremos llorar, sin embargo, lo mejor es que controlemos nuestras emociones para pedir ayuda y no terminar expuestos por este inconveniente.
Una vez, que el peligro pasa podemos relajarnos y disminuir el nivel de estrés experimentado.
Estrategias basadas en la evitación
Como dice su nombre es buscar la forma de evitar el afrontamiento, es decir, evadir el problema.
Esto puede suceder porque no se quiere hacer responsable de la situación, no quiere tomar partido en ella o simplemente hacer otra cosa para no pensar en el problema.
Esto es común en los niños, cuando desvían el tema sobre el que trabamos de conversar con ellos cuando les complica o no quieren admitir que han hecho algo incorrecto.
En los adultos se espera que no suceda, pero en más de una ocasión te has visto dejando alguna actividad para otro momento e incluso nunca haciéndola.
Manejo del estrés en el trabajo.
Frente a las situaciones cambiantes y el dinamismo que se presenta en las organizaciones a diario los trabajadores están expuestos a diversos factores como las exigencias por parte de sus superiores generando cuadros de tensión, miedo, ansiedad y angustia.
Estas situaciones son inevitables y no siempre estamos preparadas para ello, pues muchas surgen desde el imprevisto, entonces es difícil que la empresa pueda organizarse para no estresar a sus trabajadores.
Ante esto es que te presentamos algunas recomendaciones para que los imprevistos de tu trabajo no te generen complicaciones o cuadros de estrés laboral.
Recomendaciones para el trabajo.
Lo primero es tener un clima laboral positivo, establecer vínculos de confianza con tus compañeros es importante, esto no significa que sean íntimos amigos y que celebren todos los cumpleaños, sino que puedan decirse las cosas sin que se generen polémicas, desde el cumplimiento de las responsabilidades de cada uno, así como la utilización de espacios comunes, pues todo influye.
Cuando todos tienen una meta común se logra aumentar la productividad, pues los esfuerzos de los trabajadores van hacia el mismo punto y las habilidades de cada uno contribuyen con esto, por ende, el grupo se fortalece y la empresa crece.
Por último, es importante que se conozcan desde un punto de vista laboral, para saber a quien recurrir cuando se necesite ayuda o se presente un problema.