¿Es bueno autocriticarse?
¿Es bueno autocriticarse?
La autocritica puede ser una habilidad que te permite mejorar y aprender de tus errores, ¿pero hasta qué punto es bueno autocriticarse?
Antes de entender qué tan bueno o malo puede ser un autocrítico, o para este artículo, una autocrítica, definamos dos conceptos claves.
La autoexigencia
Puede convertirse en el gran enemigo de la autoestima, ya que se refiere es el establecimiento y el esfuerzo por cumplir unos estándares de calidad exigentes (es decir, metas muy elevadas).
Para una misma, los cuales son auto-impuestas e implacablemente perseguidas a pesar del malestar que nos ocasionan.
Sin embargo, también ten presente que la autoexigencia en buena medida, puede activarnos y de alguna forma movilizarnos para avanzar, crecer y surgir.
La autocrítica
Una mujer se convierte en excesivamente autocrítica cuando no cumple sus objetivos y metas (llegando incluso a valorar como fracasos logros conseguidos).
Por consiguiente, valora la consecución de esas metas en términos absolutos de “todo” o “nada”, las cosas se hacen “bien” o “mal” y no existen puntos medios.
Además, la persona perfeccionista persiste en esta distorsión de pensamiento a pesar de padecer consecuencias como: tristeza, ansiedad, estrés, depresión, insomnio, aislamiento social, etc.
Adicional, puede ser que bases erróneamente tu autoestima exclusivamente en lo “bien” que estas metas elevadas son perseguidas o alcanzadas.
Esto ocasiona que tengas una autoestima muy frágil, inestable y cambiante. Es decir, un día puedes sentirte completamente plena y feliz por haber conseguido tus objetivos, y al día siguiente despiertas con la sensación de fracaso y pensar que “no vales para nada”.
Ahora bien….
¿Cuál es el comportamiento de una mujer extremadamente autoexigente?
- Cuando desconoces tus propios límites y el objetivo que te auto impones es inalcanzable.
- Cuando conviertes tus retos en obligaciones.
- Cuando eres demasiado rígida contigo misma y vas más allá de los límites de la autodisciplina. ¿Te ha pasado que has llegado a tener una excesiva previsión y planificación?. Y peor aún, ¿Qué te sientes culpable si no lo cumples?
- Cuando te empeñas enormemente por conseguir tu meta a pesar del sufrimiento que te genera.
- Cuando tienes actitudes de poca flexibilidad y tienes dificultad para delegar tareas.
- Cuando tienes un miedo excesivo al fracaso.
- Cuando la necesidad de reconocimiento te define y vives de ello
- Cuando tu sentimiento de autovalía depende del resultado obtenido.
- Cuando el resultado es lo que tiene importancia y no el proceso. Te valoras por lo que haces y no por lo que eres.
- Se focaliza en los aspectos negativos de su conducta.
- Tiene una elevada autocrítica.
- Piensa de una manera dicotómica: las cosas están bien o mal, no hay término medio.
- Posee una baja tolerancia a la frustración.
- Tiene una sensación de insatisfacción constante.
Y si cumplo estas características, ¿qué me puede ocurrir?
¿Cuáles son los problemas psicológicos graves en los que puede desembocar la autoexigencia?
Aunque anteriormente te los mencione o pudieran sonar repetitivos, recuerda siempre tomarlos en cuenta y de identificarlos, apoyarte con un profesional de la salud mental para confrontarlos:
- Autoestima frágil y cambiante: En función de cómo te salgan las cosas, tu sentimiento de valía personal oscilará de manera significativa.
- Rumiación excesiva: Analizas constantemente tu comportamiento centrándote en aquello en lo que considera que has fallado.
- A nivel emocional: depresión, ansiedad, estrés y agotamiento.
- En el ámbito social: Presentas dificultad para decir que “NO” cuando te piden algo. Tienes necesidad de ser valorada y temes decepcionar a los demás.
- A nivel físico: Son frecuentes las somatizaciones como contracturas musculares, migrañas, trastornos gastrointestinales y fibromialgia.
- El miedo al fracaso puede conducirte a la procrastinación. Terminas posponiendo lo que tienes que hacer porque anticipas una elevada dificultad y posibilidad de error en la tarea.