¿Cómo saber si tengo trastorno de ansiedad?

La Ansiedad se ha convertido en una de las sintomatologías mentales más comunes del siglo 21. Por lo tanto preguntarse ¿Cómo saber si tengo trastorno de ansiedad? puede ayudarte a estar en una actitud preventiva.

Según un estudio publicado por Bandelow & Michaelis 1 la ansiedad podría estar afectando a un tercio de la población mundial.

De acuerdo al DSM-V la ansiedad es: “una respuesta anticipatoria a una amenaza futura”.

Es decir, que yo pueda planificar mi semana sería una forma de expresar mi ansiedad de una manera beneficiosa para mí, así como ante un próximo viaje que me provoca mucha ansiedad, pueda responder a ella mediante la realización de un itinerario.

Ocuparnos de nuestras actividades futuras es una buena forma de entender la ansiedad en su estado normal.

Sin embargo, sabemos que el futuro es incierto y por lo tanto son muchos los escenarios que nos podemos imaginar, y es ahí donde podemos darle cabida a esa ansiedad molestosa, cansadora o patológica, pues al pensar en distintos escenarios y en todas las cosas que pueden resultar mal, comienza a nacer la preocupación excesiva frente a diversas amenazas que nuestro cerebro empieza a percibir y que a la vez buscará responder anticipatoriamente.

Síntomas comunes

Los síntomas de la ansiedad son múltiples y diversos según la clasificación de los manuales DSM-V y CIE-11, por eso que te sugerimos ayudarte a comprender estos síntomas desde en 4 áreas que constituyen planos esenciales del individuo.

Pensamientos

Excesiva preocupación frente a hechos reales o imaginarios, próximos a ocurrir en un futuro inminente.

Excesivos pensamientos de autocuestionamiento, que me hacen pensar que no valgo, que no soy capaz o que constantemente estoy fallando o culpándome.

Emociones

Sensación de miedo constante en la mayor parte del tiempo. Puede existir o no una claridad frente al estímulo que provoca ese miedo.

Emociones reiteradas de culpa, desvaloración personal o irritabilidad. Al estar constantemente pensando en preocupaciones, tiendes a ver la realidad de una forma más negativa por lo que tu autoimagen se verá afectada.

Sensación de inseguridad personal-emocional, ya que al estar en constante preocupación, se vuelve díficil sentir seguridad o tranquilidad.

Sensación de que no puedo dejar de pensar, que se traduce como irritabilidad frente a nuevos eventos.

Conductas

Conductas evitativas de antiguos o nuevos eventos. Es decir, se busca evitar el estímulo que causa la ansiedad.

Conductas rígidas o rutinarias, que brindan sensaciones de certidumbre y seguridad, necesarias para lidiar con al ansiedad.

Cuerpo

La ansiedad afecta el metabolismo de tu organismo, haciendo que se puedan experimentar síntomas como:

• Aumento del ritmo cardiaco.
• Sensación de ahogo.
• Dolor o rigidez muscular.
• Problemas gastrointestinales.
• Mareos.
• Dificultad para conciliar el sueño.
• Debilidad o cansancio.
• Temblores o sudoración.

Ansiedad normal y ansiedad patológica

Cómo mencionamos antes, la ansiedad se puede expresar cómo una respuesta anticipatoria que puede ser beneficiosa para nosotros; cómo organizarnos antes de un viaje; pero también se puede expresar cómo una respuesta patológica, que dificulta nuestras actividades diarias.

Un factor importante a considerar para cuando la ansiedad comienza hacerse patológica es cuando comienza a combinarse con el miedo, el cual es descrito por el DSM-V como: “una respuesta emocional a una amenaza inminente, real o imaginaria”.

Es decir, que la ansiedad comienza a hacerse patológica cuando no solo respondemos desde nuestro pensamiento hacia ese futuro amenazante que nos imaginamos en nuestros pensamientos, sino que también cuando comenzamos afectarnos emocionalmente por este.

La respuesta neuropsicológica que se produce al estar en constante activación los circuitos del miedo y de la ansiedad, es que el cuerpo, las emociones, pensamientos y conductas comienzan a amenazarnos.

El DSM-V indica que:

“El miedo frecuentemente asociado a accesos de activación autonómica necesarios para la defensa o la fuga, pensamientos de peligro inminente y conductas de huida, y la ansiedad están más a menudo asociada con tensión muscular, vigilancia en relación a un peligro futuro y comportamiento cauteloso o evitativos“.

Lo anterior provoca que nuestro cuerpo se pone rígido, preparado para defenderse o arrancarse, estamos tensos pues estamos alerta debido a que percibimos más amenazas en nuestro entorno y futuro.

Nuestro estado de atención y músculos rígidos pueden generarnos contracturas o problemas para dormir.

¿Cuándo consultar con un terapeuta?

Se recomienda consultar apenas comienzas a pasar una semana con los síntomas anteriormente descritos o si has pasado los 6 últimos meses sintiendo estos síntomas de manera cotidiana.

Puedes hacerlo cuando no logras tener un buen descanso, cuando comienzas a sentirte cada vez menos feliz contigo o con tu vida, o cuando has estás viviendo cambios importantes en tu vida.

También cuando has sentido mucho malestar físico sin una causa médica aparente.

¿Tratamientos recomendados?

Te recomendamos visitar Guía de tratamientos de la Ansiedad

Diversos estudios han señalados que la ansiedad debe tratarse en conjunto:

Psicoterapia, siendo en la modalidad online una prominente alternativa.
Cuando tu terapeuta lo determina, es bueno realizar la consulta con el médico psiquiatra para que pueda evaluar la necesidad del apoyo farmacológico.

Rutinas de autocuidado y bienestar, que favorezcan los espacios de ocio, descanso y socialización.

Ejercicios de mindfulness, yoga o meditación, así como el ejercicio y las actividades manuales o artísticas, pueden ayudar a mejorar la sensación de bienestar que sentimos día a día.

Referencias

Bandelow, Borwin & Michaelis, Sophie (2015). Epidemiology of anxiety disorders in the 21st century. Dialogues in Clinical Neuroscience 17(3) 327-335 ↩