ansiedad y depresión
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Tratamientos para la Ansiedad y Depresión

Tratamientos para la Ansiedad y Depresión

Durante los últimos años, ansiedad y depresión se han convertido en los trastornos mentales más frecuentes, siendo la depresión la condición de salud más común del planeta.

Comprender tanto la forma en que se manifiestan estas condiciones, como también la forma de los tratamientos que existen, favorece positivamente el avance de tu proceso terapéutico.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una respuesta anticipatoria a una amenaza futura, mientras que el miedo es una respuesta emocional a una amenaza inminente, real o imaginara (DSM-V).

Para conocer más sobre la ansiedad, no olvides visitar nuestra Guía de Ansiedad.

¿Qué es la Depresión?

La depresión es un trastorno de salud mental que se caracteriza por la presencia de un ánimo triste, vacío o irritable, acompañado de cambios somáticos y cognitivos que afectan significativamente la capacidad funcional del individuo (DSM-V)

Si quieres conocer más sobre la depresión, no olvides visitar nuestra Guía de Depresión.

¿Qué es un tratamiento de salud mental?

Un tratamiento es un proceso que realiza una persona para lograr encontrar una solución para su motivo de consulta y volver a equilibrar su bienestar mental y emocional.

Es un proceso que puede ser guiado por un terapeuta y/o especialista o también, por la misma persona.

Según la OMS, la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.

Es un estado que la persona puede potenciar, fortalecer y prolongar en el tiempo, así como puede verse afectado en el tiempo.

Al ser un estado, la persona debe ser consciente de que un tratamiento no funcionará solo en un día o en una sesión o por solo tomar el fármaco recetado.

El proceso

Es un proceso a largo plazo, que según diversos estudios han promediado que los cambios de un tratamiento comienzan a consolidarse entre los primero 3 a 6 meses de tratamientos.

Un tratamiento es una secuencia que según diversos psicólogos de la línea cognitiva conductual, el cual se basa en 3 grandes líneas:

  • Psicoeducación, que ayuda a la persona a aprender sobre sus síntomas, condición y lo necesario par que el tratamiento sea fructífero.
  • Cambio interno, en donde la persona mediante sus reflexiones, aprendizajes y compromiso con las actividades, logra comprender la sintomatología por la cual consulta y puede hacer cambios perceptivos.
  • El cambio externo o conductual (o exposición), donde la persona debe llevar los cambios a la realidad, a través de sus consultas.

Por ejemplo, si Laura consulta por su fobia a las alturas, entonces la primera parte de su tratamiento tendría como objetivo que ella logre aprender sobre sus síntomas y sus reacciones.

Con este conocimiento, Laura puede comenzar hacer cambios cognitivos internos, como contar con pensamientos que le permitan ser cautelosa, entender cuál síntoma debe controlar para que la fobia no la incapacite.

Por último, Laura tendrá que exponerse a la altura, para que la experiencia le permita integrar el proceso de cambio de una manera óptima.

¿Qué debo saber al momento de iniciar un tratamiento de salud mental?

Es importante que al momento de iniciar un tratamiento, la persona considere los siguientes puntos.

  • La modalidad que permita ser constante por el tiempo necesario para completar el tratamiento. Es decir, que la persona pueda decidir entre la modalidad online o presencial, conforme a su rutina.
  • Tener claridad sobre el motivo de consulta por el cual deseas iniciar un proceso. De este nacerán los objetivos e indicadores que te permitirán evaluar tu avance en el proceso.
  • La persona del terapeuta, ya que será clave para que la alianza o relación terapéutica pueda motivar y facilitar los procesos de tu tratamiento.Es importante la confianza, no solo a nivel de que le permita a la persona contar sobre tu vida y lo que irás sintiendo, sino que también en su forma de trabajo.Es decir, necesitas un de un terapeuta que:¿Te haga sentirse escuchado/a? ¿Prefieres mantener más conversación? ¿Te interesa que te ayude a re-entender tu historia?Realizarte esas preguntas te permitirá tener mayor claridad sobre tu alianza terapéutica.
  • El factor económico, saber elegir conforme a las posibilidades económicas de la persona, a modo de considerar el gasto por algunos meses.Recuerda, una sesión no es un tratamiento.
  • El compromiso con tu propio bienestar.
    Preguntarse a sí mismo, ¿cuánto compromiso estoy dispuesto/a a entregar al proceso? ¿estoy dispuesto/a a trabajar y consolidar los cambios?Sin compromiso de trabajo, el proceso terapéutico puede no tener los resultados que esperas.Los cambios en nuestra vida los producimos nosotros mismos.

¿Qué actitud me ayuda para que el tratamiento sea exitoso?

El psicólogo y doctor en psicología, Steve Hayes, propone que para las personas que comienzan un tratamiento de salud mental, es muy recomendable mantener una actitud de aceptación y una de compromiso con sí mismo.

La aceptación es la actitud con la que la persona logra relacionarse consigo misma, sin valores, sin juicios ni interpretaciones, a modo que la persona pueda conectarse con aquello que le duele, le molesta o le es difícil.

Al aceptar que tienes una dificultad es el primer paso para curarse, de lo contrario será más difícil.

Carl Jung señalaba que los dolores psíquicos (contextualizado: emocionales) se mantiene si la persona se defiende del dolor. De ahí su célebre frase:

A lo que resistes, persiste”.

Si no lo aceptas, el problema o el dolor prevalecerá más tiempo.

Con una actitud de aceptación la persona logra ser más consciente de su situación, por lo que podrá tener mayor apertura a las sugerencias, interpretaciones o actividades a realizar, durante un tratamiento.

A la vez, es importante la actitud de compromiso consigo mismo, pues la persona es la que toma las decisiones de su propia realidad, construyendo su historia.

Al comprometerse con el tratamiento y cuidados respectivos, la persona podrá integrar rápidamente estrategias y técnicas que le permitan hacer frente a sus síntomas en el día a día.

Recuerda, un tratamiento es un proceso continuo en el día a día.

No solo se vive durante una sesión, por lo que mantener un compromiso diario con el bienestar, podrá hacer que la salud mental sea la esperada por la persona.

¿Cuáles son los tratamientos para la ansiedad?

Psicoterapia autodirigida

La psicoterapia autodirigida está pensada para personas que buscar desarrollar técnicas y habilidades, mediante un proceso autodirigido, con el que busca disminuir la intensidad de sus síntomas y así reintegrar y fortalecer su sensación de bienestar.

Pueden realizar de una forma totalmente autónoma así como con la presencia disminuida del terapeuta.

Este proceso se compone de diversas técnicas de la psicología cognitivo conductual, las cuales están orientada hacia tres grandes objetivos:

  • Psicoeducar sobre los síntomas,
  • Activar y cambiar pensamientos, y
  • Lograr cambios a nivel de conductas y experiencias.

Suele ser recomendada para sintomatología ansiosa y depresiva, trastornos relacionados al consumo abusivo de alcohol y drogas, estrés y burnout y para fortalecer la sensación de bienestar mental y emocional.

¿Conoces sobre nuestro plan de tratamiento autodirigido para la ansiedad?

Psicoterapia individual

La psicoterapia individual es el proceso más común de tratamientos para la ansiedad.

La persona acude a un terapeuta con quien llevar a cabo el proceso terapéutico a través de la relación terapéutica.

Desde esta perspectiva, el terapeuta es quien guía el proceso terapéutico, orientado a la persona a metas y objetivos para responder al motivo por el cuál se consulta.

Para este proceso, es clave la formación de la relación terapéutica (o alianza terapéutica) a modo de que ambos logren avanzar en el proceso:

Por un lado, la persona que va aprendiendo de sí misma y por otro lado, el terapeuta que va ayudando a generar los insight necesarios para lo primero.

Suele ser recomendada para todas las condiciones que afectan tu salud mental.

Psicoterapia grupal

La psicoterapia grupal es el proceso que un terapeuta lleva a cabo con un grupo de pacientes que buscan compartir experiencias para ayudarse entre sí.

Desde esta perspectiva, el terapeuta va formando una alianza terapéutica individual y grupal para llevar a cabo las experiencias.

Los pacientes deben lograr un nivel relacional que les permita desarrollar confianza, seguridad y respeto para compartir sus experiencias y aprendizajes.

Suele ser recomendada para toda condición o sintomatología que estés trabajando en paralelo con psicoterapia individual.

Psicofármacos

La salud mental tiene una profunda relación con nuestro cuerpo y organismo, pues mediante sus procesos metabólicos se producen los desórdenes químicos que generan las sintomatologías en salud mental.

Por esta razón que los médicos psiquiatras son los indicados para prescribirlos, ya que desde su mirada médico-psicológica, pueden determinar la receta que llevarán a cabo para comenzar, mantener y quitar el psicofármaco.

Es importante tener en cuenta que gran parte de las prescripciones sobre psicofármacos se realizan por un determinado período de tiempo, a modo que en dicho tiempo la persona pueda complementar este tratamiento con el de una psicoterapia individual.

Suele ser recomendada para toda sintomatología o condición que se vuelva incapacitante para tu vida.

Sin embargo hay trastornos o condiciones que sí o sí requieren de un apoyo farmacológico, como la Esquizofrenia, la Bipolaridad, la Depresión Severa o el Trastorno de Ansiedad Generalizada.

Estilo de vida y bienestar

Como se señaló anteriormente, un tratamiento es un proceso continuo y no discreto.

Un tratamiento no solo se vive en las sesiones, sino que también en tu día a día mientras lograr reintegrar su bienestar mental y emocional.

Desarrollar un estilo de vida que te permita contar con espacios, estrategias y técnicas para comprender y manejar la ansiedad y depresión, favorecerá la positiva evolución de tu tratamiento.

También considera la idea que el tratamiento llega a su fin, por lo que llegado el momento, tu estilo de vida será tu base para que tu bienestar continua fortaleciéndose día a a día:

Tu estilo de vida se convertirá en tu principal factor protector.

El estilo de vida te permite decidir cuáles son tus prioridades, forma en que quieres vivir la vida, cuáles son tus principios, valores y metas.

Considera la premisa de que la ansiedad te “desconecta” de tu presente, y te provoca concentrarte en tus preocupaciones.

Si tu estilo de vida no cuenta con espacios para practicas recomendadas para tu bienestar, entonces es muy probable que la ansiedad y depresión pueda volver a manifestarse.

ALGUNAS PRACTICAS RECOMENDADAS

Mindfulness

El mindfulness es una técnica que busca fortalecer la atención plena de las personas.

Te permite una mayor conexión con el presente a través de la atención de tus sensaciones sensoriales, como la auditiva, olfativa, visual, auditiva o táctil.

Su práctica se complementa con técnicas de meditación, como la respiración o posiciones corporales.

Su fin es ayudar a que tu atención esté en tu “aquí y ahora“.

Meditación.

Similar al mindfulness pero en un espectro espiritual, la meditación es una práctica que busca conectar a la persona con su presente, a través de:

Oraciones o mantras, ejercicios corporales, ejercicios sensoriales y posturas.

La meditación no solo beneficia tu conexión con tu presente y tus sensaciones, además favorece la reflexión interna y la conexión con las creencias espirituales.

Actividad física.

La ansiedad repercute a nivel orgánico tanto en el metabolismo general como en la musculatura y esqueleto.

Además aumenta los niveles de cortisol.

La actividad física ayuda a mantener un espacio para la distención muscular y organísmica, favoreciendo el bienestar corporal.

Alimentación

Según un estudio publicado por la universidad de Harvard, señala que dietas ricas en magnesio, zinc, prebióticos, omega3 y vitamina B pueden ayudarnos a disminuir los niveles fisiológicos de la ansiedad.

Al contrario, alimentos como azúcares, endulcorantes, carbohidratos procesados, el alcohol o cafeína pueden aumentarla.

Aprender a equilibrar la dieta favorece el buen funcionamiento y bienestar del organismo.

No olvides mantenerte hidratado.

Te invitamos a leer sobre alimentación y ansiedad.

Actividades de ocio y relajación

Toda actividad que te permita la practica continua para conectarte con tu presente, son beneficiosas para el bienestar y la disminución de la ansiedad.

Cantar, pintar, tocar algún instrumento musical, escuchar música o realizar actividades manuales, benefician la sensación de bienestar en el día a día.

Por último, te recomendamos visitar la guía de Estrategias para Maneja la Ansiedad.

Equipo Psicología Clínica
Equipo de edición de contenidos de psicología y nutrición.

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