alimentación intuitiva
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Nutrición

Las bases de la alimentación intuitiva

Las bases de la alimentación intuitiva

La Alimentación Intuitiva es una filosofía que te invita a ser el protagonista del acto de comer. A diferencia de la cultura de dietas, este enfoque te propone hacer las paces con la comida, liberándote de toda restricción o prohibición.

La Alimentación Intuitiva te permite escuchar a tu cuerpo y lograr reconocer qué comer y cuándo hacerlo para alcanzar tu máximo bienestar.

Un poco de historia…

El concepto de alimentación intuitiva fue acuñado por primera vez el año 1995, en el libro escrito por las fundadoras de esta práctica, Evelyn Tribole y Elyse Resch… Aunque la filosofía tras el concepto data desde mucho, específicamente en los ’80 donde se empezó a utilizar el concepto del “comer emocional”.

La Alimentación Intuitiva se basa en una simple premisa: come cuando tienes hambre, y deja de comer cuando estás saciado/a.

Y aunque esto suene muy sencillo, para muchas personas es todo lo contrario.

Una de las razones por las que las personas en general vivimos desconectadas de nuestras señales de hambre y saciedad, es por la cultura de dieta en la que estamos inmersos.

Si revisas tus RRSS, compras en el supermercado o abres una revista, te aseguro que te encontraremos con la última dieta de moda del momento, y los nuevos alimentos que deberías dejar de comer, o peor aún prohibir.

Este bombardeo de información nos aleja a todos de nuestras señales corporales y nos lleva a dejar de confiar en nuestro cuerpo y en lo que realmente queremos y necesitamos comer.

¿Qué NO es la Alimentación Intuitiva?

Probablemente estas pensando que este enfoque te permite comer todo lo que quieras, en el momento que quieras, sin restricciones… Pero esto no es así.

La Alimentación Intuitiva te guía por un camino que te permite reconocer la habilidad natural que tiene tu cuerpo para comunicarte cuándo tiene hambre, y cuando está saciado.

Alimentarse de esta forma te hace desprenderte de la idea de que debes modificar tu peso o verte de cierta forma, la meta es seleccionar los alimentos que te ayuden a alcanzar tu máximo bienestar.

… Y como probablemente ya lo estás adivinando, para lograr este nivel de consciencia, debes recorrer este largo camino hasta que finalmente logres distinguir el hambre física del hambre emocional.

Algunos beneficios de la práctica

Estudios realizados en personas que practican Alimentación Intuitiva, demuestran que adoptar esta práctica aumenta el bienestar emocional y psicológico, y ayuda a mantener el peso corporal.

Pero su mayor beneficio es sin duda la evidente mejora en la autoestima, imagen corporal y calidad de vida que le entrega a sus adherentes, a la vez que disminuye el riesgo de padecer ansiedad y depresión.

Por muy evidente que suene, la práctica de la Alimentación Intuitiva también se ha asociado con menores índices de trastornos de alimentación, al promover hábitos que potencian la salud y el bienestar.

Los 10 principios de la Alimentación Intuitiva

Te comparto un pequeño resumen sobre los 10 principios en los que se basa esta práctica:

  1. Rechaza la mentalidad de dieta

Tira a la basura todas las dietas, revistas o libros que te ofrecen una pérdida de peso rápida y fácil… esto también aplica para aquellas cuentas que te ofrecen lo mismo en RRSS. Cuestiona la cultura de dieta que promueve la pérdida de peso, y las mentiras que te hacen sentir que es tú culpa no poder mantener una alimentación restrictiva e insípida.

  1. Honra tu hambre

Nutre a tu cuerpo con suficiente energía y nutrientes, evita llegar a sentir hambre… Cuando alcanzas ese punto de hambre voraz e incontrolable, todos los esfuerzos que hagas por moderarte o comer de forma consciente serán inservibles.

Escucha las señales que te envía tu cuerpo y a través de ellas vuelve a confiar en ti mismo y en los alimentos.

  1. Haz las paces con la comida

Detén la pelea con los alimentos y otorgate el permiso incondicional de comer lo que quieras. Cada vez que prohíbes o restringes un alimento, estás aumentando inconscientemente tus ganas de desafiar esta prohibición y comerlo… Y esto luego te lleva por un camino de atracones de comida, culpa y emociones negativas.

  1. Desafía a la policía de la comida

Desafía a esa voz en tu mente que dice que te estás “portando bien” cuando comes alimentos “buenos” y “portando mal” cuando comes “alimentos prohibidos”.

Estas reglas solo sirven para preocuparte, estresarte y hacerte sentir culpa por algo que debería ser completamente natural.

  1. Descubre el placer de comer

Al intentar cumplir con la cultura de dietas, generalmente te olvidas de uno de los mayores placeres de la vida… ¡comer!

Cuando comes lo que quieres en un ambiente agradable, el placer que te entrega esa experiencia te ayuda a sentir tus señales de saciedad y te permite reconocer el punto en el que “ya es suficiente”.

  1. Siente tu saciedad

Escucha las señales que te envía tu cuerpo y aprende los signos que te demuestran cuando estás saciado. Cuando tengas tu plato de comida en frente, haz una pausa al masticar y pregúntate en qué nivel de hambre te encuentras.

  1. Gestiona tus emociones con amabilidad

Encuentra formas de consolar, cuidar, distraer y resolver tus emociones distintas a la comida.

Todos sentimos ansiedad, soledad, aburrimiento o enojo a lo largo de nuestras vidas… y cada una de estas emociones tiene una forma de ser aplacada. La comida no es el remedio, para encontrar la cura debes encontrar la raíz de la emoción y resolverla.

  1. Respeta tu cuerpo

Acepta tu figura y tu contextura. Tal como una persona con una talla determinada de zapatos no intentaría cambiar el tamaño de su pie.

Respeta tu cuerpo para que puedas sentirte mejor sobre quién eres y dejes de lado la autocrítica y las expectativas irreales de tamaño corporal y figura.

  1. Disfruta el movimiento

Ponte en movimiento sin pensar en las calorías que estás quemando… Cambia el foco a cómo te sientes, a la energía que te entrega la actividad y al regalo que le estás haciendo a tu cuerpo a través del ejercicio.

  1. Honra tu salud

Elige alimentos y preparaciones que honren tu salud pero también tu paladar.

No tienes que comer perfectamente todo el tiempo para estar saludable, y definitivamente no vas a enfermarte por una sola comida o snack. Ser consistente es lo que de verdad importa.

¿Qué te parece este enfoque?

¿Te animarías a ponerlo en práctica y desafiar la cultura de dietas?

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Referencias

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