Guía de Adicción a Sustancias
Guía de Adicción a Sustancias
Los problemas asociados a la adicción a sustancias suelen ser difíciles de diagnosticar a tiempo, pasando desapercibido el momento cuando el consumo se convierte en trastorno.
Los trastornos por consumo de sustancias o (Adicción) suelen estar entre los trastornos mentales más frecuentes, luego de los trastornos de ansiedad y de depresión.
¿Qué son las adicciones?
Desde una mirada convencional, las adicciones son definidas como una asociación de síntomas cognitivos, emocionales, conductuales y corporales que provoca una relación de dependencia de consumo de una sustancia.
Actualmente las propuestas buscan promover una mirada multidimensional de la adicción, haciendo una transición a que el trastorno que provoca la sustancia está dentro de 4 categorías: Dependencia, Deterioro Social, Falta de cuidado personal y Síntomas Farmacológicos (más adelante los conocerás).
Con esta mirada, los apoyos y tratamientos están orientados a ayudar a la persona a entender y comprender cada una de las categorías anteriores, a modo de que pueda ir generando estrategias de autocuidado para cada una de ellas.
¿Cuáles son las sustancias que provocan las adicciones?
Según la clasificación del DSM-V, las sustancias corresponden a:
- Alcohol.
- Cafeína.
- Cannabis.
- Alucinógenos (cualquier sustancia que lo produzca).
- Inhalantes (sustancias que se consumen mediante la respiración).
- Opiáceos.
- Sedantes, hipnóticos y ansiolíticos.
- Estimulantes (principalmente cocaína, anfetamina y otros estimulantes).
- Tabaco
- Otras no clasificadas (como las drogas emergentes).
Es importante señalar que la única adicción que reconoce el manual que no es producido por una sustancia, es la producida por el juego patológico.
Además, el manual indica que en una próxima edición se incluirá la adicción producida por videojuegos (2014). No obstante, debemos considerar que actualmente, ésta ya ha sido catalogada como un trastorno mental según la OMS.
¿Cómo nace la adicción?
A nivel cerebral, las drogas que se consumen en exceso provocan una activación del sistema de recompensa cerebral, que está ligado con el refuerzo comportamental y en la producción del recuerdo.
Esta activación es tan intensa que provoca que la persona descuiden las actividades normales. Es decir, en vez de obtener esa activación mediante comportamientos adaptativos, se realiza mediante el consumo de la sustancia, “tomando un atajo hacia la meta”.
Para que ese “atajo” no se vuelva el “un camino recurrente”, entran en juego los factores psicológicos de la personas, en que tanto la personalidad, como las experiencias vividas y situaciones médicas o eventos estresantes.
Por esto que personas con menor nivel de autocontrol, experiencias traumáticas no resueltas, con pocas redes sociales o con algún otro trastorno mental, son más propensas a desarrollar algún trastorno relacionado con el abuso o dependencia de sustancia.
¿Cuáles son los síntomas de las adicciones?
Para que se cumplan los criterios establecidos para trastorno por consumo de sustancia (Adicciones) según el manual DSM-V, se deben cumplir al menos 2 de los siguientes síntomas (- independiente de la categoría-):
Autocontrol
- Se consume la sustancia con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prologado de lo previsto.
- Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo de la sustancia.
- Se pasa mucho tiempo en actividades necesarias para conseguir la sustancia, consumirla o recuperarse de los efectos.
- Ansias y un poderoso deseo por consumir la sustancia.
Deterioro social
- Existe un consumo recurrente de la sustancia que lleva al incumplimiento de los deberes: sea trabajo, estudios o el hogar.
- Consumo continuado de la sustancia a pesar de los problemas que le provocan.
- El consumo de la sustancia provoca el abandono o reducción de las actividades cotidianas y personales.
Riesgo
- Consumo recurrente de la sustancia en situaciones que provoca un riesgo físico.
- Se continua el consumo de la sustancia a pesar de saber que se padece de un problema de salud, física y/o mental.
Farmacológicos
- Aparición de la “tolerancia”, que provoca que aumenta la cantidad de la sustancia que se debe consumir para lograr el efecto deseado.
- Aparición de la “abstinencia”, que provoca experimentar una serie de síntomas (como nerviosismo, insomnio, ansiedad, sudoración, entre otros), cuando no se ha consumido la sustancia por horas o pocos días.
Según el número de síntomas presentes es la persona, indicará la gravedad de su adicción:
- Leve: Presencia de 2 a 3 síntomas.
- Moderado: Presencia de 4 a 5 síntomas.
- Grave: Presencia de 6 o más síntomas.
Es importante indicar que los síntomas indicados anteriormente, deben estar presentes por al menos 12 meses de forma continua en la persona. De esta manera, se cumpla el criterio temporal para padecer de una adicción (padecer los síntomas por más de 1 año).
La tríada de las adicciones
Actualmente las adicciones se pueden entender a partir de tres conceptos claves: Trastorno, Intoxicación y Abstinencia.
Esta tríada de conceptos es clave para aprender a diferenciar los tipos de relación patológica que se puede establecer con la sustancia.
Trastorno por consumo
El trastorno por consumo es la relación problemática y duradera que se establece con la sustancia y puede provocar una dependencia (síntomas 1-4), deterioro social (síntomas 5-7), problemas de salud (síntomas 8-9) y problemas de carácter farmacológicos (síntomas 10-11).
Es Importante señalar que hoy en día las adicciones pueden relacionarse con otros síntomas que no están necesariamente relacionados exclusivamente con la dependencia de la sustancia (síntomas 1-4), ya que según la actual clasificación, por ejemplo, una persona podría tener un trastorno por consumo de sustancia leve, si solo cumple los criterios 5 y 6.
Al ampliar las dimensiones de los trastornos por consumo de sustancia, se pueden prever de mejor forma que éste se agrave, pues cuando eso sucede, el problema es mucho mayor.
De esta manera, la persona tiene que tratar la dependencia, mejorar el deterioro social y los problemas de salud, y aprender a lidiar con los problemas de carácter farmacológico que el trastorno conlleva, como la tolerancia y abstinencia.
Intoxicación
El trastorno puede provocar que la persona sufra, o no, de intoxicaciones inducidas por el uso abusivo de la sustancia que provoca el aumento de los niveles de tolerancia a la misma.
Al aumentar los niveles de tolerancia, la persona ingiere mayores cantidades lo que puede -comúnmente- provocarle una intoxicación por la ingesta, debido a que la persona ingresará grandes cantidades de la sustancia a su organismo.
Esta ingesta desproporcionada hace que la persona pierda facultades de autocontrol de sí, como el juicio de la realidad o la memoria, provocando malestares diversos en su cuerpo como vómitos, temblores, sudoración, descoordinación motora u otros (ver a continuación), que provocan un malestar e incapacidad temporal significativa en la persona.
En muchas ocasiones, estos episodios requieren de asistencia médica de urgencia.
Por tanto, se habla de una intoxicación si se cumplen los siguientes criterios:
- Ingesta reciente de la sustancia.
- Comportamiento problemático y cambios psicológicos significativos, como por ejemplo, cambios de humor, juicio alterado o comportamiento sexual inapropiado) que aparecen durante o poco después de la ingesta.
- Uno o más de los siguientes síntomas: Habla disártrica, Descoordinación psicomotriz, Problemas al caminar, Nistagmo, Alteración de la Memoria, Estupo o coma.
- Estos síntomas no se atribuyen a otra afección médica o trastorno mental.
Es importante indicar que la intoxicación la pueden sufrir personas que no padecen exclusivamente de un trastorno por sustancia.
Abstinencia
La gran mayoría de las sustancias indicadas, que se relacionan con los trastornos e intoxicaciones, son de difícil acceso, lo que provoca que muchas veces las personas no puedan contar con ellas, debido al costo económico que provoca el consumo así como por la legalidad a la que están sujetas muchas de las sustancias.
Por esto quienes ya padecen de un trastorno inducido por sustancia, el cese del consumo le puede provocar experimentar una serie de síntomas (ve a continuación) debido a la ausencia de la sustancia en el cuerpo.
Para que se pueda hablar de abstinencia, es importante que se cumplan los siguientes criterios:
- Cese o reducción del consumo de la sustancia.
- Aparición de dos o más de los siguientes síntomas a pocas horas o pocos días de haber realizado el cese o reducción:
- Hiperactividad del sistema nervioso autónomo (ej. Aumento del ritmo cardiaco, aumento de la frecuencia respiratoria, sudoración, otros).
- Incremento del temblor de manos.
- Insomnio.
- Nauseas o vómitos.
- Alucinaciones o ilusiones transitorias visuales, táctiles o auditivas.
- Agitación psicomotora.
- Ansiedad.
- Convulsiones tónico-clónicas generalizadas.
- Los síntomas anteriores no se atribuyen a otra afección médica.
En resumen
En la actualidad no se habla solo de adicción, sino como de un trastorno por consumo de sustancia (TCS). Este abarca un abanico más amplio de categorías además de la dependencia, como su deterioro social o su capacidad de autocuidado.
Un TCS existe cuando la persona ha experimentado 2 o más síntomas de manera continua por al menos 12 meses. Un TCS no necesariamente implica dependencia, ya que por ejemplo la persona puede desarrollar sólo los síntomas del deterioro social y ya cumpliría los criterios para ser diagnósticada con un TCS.
Para comprender los TCS es necesaria comprender y diferenciar su tríada conceptual: trastorno, intoxicación y abstinencia.