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Trastornos sexuales: ¿Cómo identificarlos?

Tendemos a ver los trastornos sexuales como algo distante o que le ocurre a las personas mayores y esperamos que nunca nos pase a nosotros.

Sin embargo, si ya pasaste por esto o te está ocurriendo sabrás que esta problemática no tiene edad, sexo o raza y nos puede pasar a todos por igual.

Por esto, te invito a leer un poco más y entender las razones, causas, consecuencias y soluciones frente a los trastornos en nuestra sexualidad. 

¿Qué son las disfunciones sexuales o trastornos sexuales?

Las disfunciones sexuales son un problema o fallo que presentamos en alguna de las fases de la respuesta sexual.

Estas fases son entendidas según Kapplan (1979) como deseo, excitación y orgasmo.

Para que ocurran estas fases primero se tiene que generar un estímulo o inducción sexual de cualquier tipo.

Psicógena o reflexógena

Según Manuel Lucas y Francisco Cabello (2007), esta inducción puede ser psicógena o reflexógena.

La primera puede ser interna, imaginaria y fantasmática; y por otra parte externa, táctil, visual, auditiva y olfativa.

La última, por estimulación directa de los genitales e indirectas o por encontrarse en la fase REM del sueño, predominio vagal o congestión perineal.

Entonces a través de un estímulo imaginario, sensorial u orgánico podemos comenzar asentir  deseo.

Por lo tanto, la respuesta sexual humana tiene componentes fisiológicos  y psicógenos, además de verse fuerte influenciada por factores externos. 

Disfunciones sexuales

Algunas de las disfunciones sexuales o trastornos son: trastorno del deseo sexual, trastorno por aversión al sexo, trastorno de excitación sexual, trastorno de la erección o trastorno orgásmico( trastorno orgásmico femenino, trastorno orgásmico masculino y eyaculación precoz).

Asimismo, se pueden presentar trastornos sexuales por dolor, trastornos sexuales debido a enfermedades medicas, trastornos sexuales inducidos por sustancias o trastornos sexuales no especificados.

Por último, parafilias (en esta última no nos enfocaremos), entendiendo que pasando los años las clasificaciones de los trastornos van cambiando en cuanto a los nombres pero la problemática muchas veces sigue siendo la misma.

¿Ocurre en alguna edad?

Los trastornos sexuales no tienen una edad de inicio.

Pero entrando en la adolescencia o la vida sexual activa nos podemos dar cuenta que algo nos está pasando o sentirnos diferentes.

Muchas veces ocurren por falta de educación sexual, ya que no tratamos una Infección de transmisión sexual (ITS) o tenemos algún miedo o creencia errónea debido al aprendizaje a través de la visualización de  porno lo que no muestra la realidad de una relación sexual y crecemos con muchas inseguridades o poco conocimiento sobre nosotros mismos.

¿Qué me puede provocar un trastorno sexual?

Según Keith Hawton, las causas de los problemas sexuales se pueden dividir en psicológicas y físicas.

Causas físicas 

Las causas físicas se pueden subdividir en enfermedades físicas, cirugías y fármacos y drogas. 

Haber presentado alguna ITS o estar en algún tratamiento médico puede afectar, por ejemplo, el proceso de lubricación vaginal.

Además, presentar algún tipo de dolor en hombre y  mujeres al momento de una relación sexual. 

Siempre se debe tener en cuenta que nuestro cuerpo expresa lo que nos pasa y muchas veces lo dejamos pasar y la situación se agrava.

Por ejemplo la diabetes, hipertensión, cardiopatías o alteraciones hormonales  nos llevan a presentar una dificultad en nuestra sexualidad.

También puede ser la sexualidad un indicador temprano de alguna de estas enfermedades o patología que te está afectando y consultar a tiempo puede salvar tu vida.

Causas psicológicas  

Se subdividen en tres factores:

Factores predisponentes

“Factores predisponentes incluyen las experiencias tempranas en la vida que hacen a una persona vulnerable para desarrollar una disfunción sexual posteriormente”, (Hawton,1985,p.54).

Entre estos tenemos educación sexual restringida o represiva, es decir, mucha culpa frente a las relaciones sexuales.

También puede existir intimidad a raíz de la poca información o información falsa, malas relaciones familiares que afectan mi sistema de apego o vínculos que tiene que ver con el afecto que recibimos de niño, información sexual inadecuada, es decir, aprendí sobre mi sexualidad por conversaciones con otros niños o el porno.

Además de primeras experiencias sexuales traumáticas como lo son los abusos o alguna situación en mi desarrollo sexual que me genero vergüenza o culpa.

En muchos casos esto afecta nuestra autoestima y confianza, inseguridad temprana en el papel sexual como el no sentirme seguro con mi cuerpo o que el desarrollo de este fuera motivo de burlas etc.,

Esto, hace aun mas difícil tener que enfrentar una situación en la que estaré desnudo frente a otra persona.

Factores precipitantes

“Factores precipitantes son sucesos o experiencias asociadas a la aparición inicial de una disfunción sexual”, (Hawton,1985,p.54).

Estos factores pueden ser el parto que puede generar un desinterés sexual en la mujer, la llegada de un hijo al hogar que genera una distracción constante y preocupación  por que el niño o niña no escuche la relación sexual o necesite algo, problemas de pareja el no poder entenderte con tu pareja o tener discusiones constantes.

Asimismo, otro factor puede ser la infidelidad que afecta tanto al que sufre la infidelidad y la descubre como al compañero infiel que puede presentar los sentimientos de culpa, un fracaso esporádico en la relación sexual o disfunción puede generar un temor a que se repita y esta profecía se cumple ya que luego la persona no logra conectar con su pareja si no que está envuelto en la preocupación o muchas veces frente a estas situaciones se intenta apoyar a la pareja forzándolo a continuar, enojándonos o frustrándonos como pareja empeoramos la situación.

Por otra parte, la edad, como vernos afectados por faltas creencias de la ausencia de sexualidad a la edad madura, los trastornos mentales, problemas emocionales, estrés, ansiedad, depresión, entre otros.

Como esperamos sentir deseo, placer, excitación o llegar a un orgasmo si estamos angustiados, preocupados o siento algún tipo de dolor.

Entiende tu cuerpo

Debemos entender nuestro cuerpo y escuchar nuestros pensamientos que se pueden ver expresados en frases tales como:

  • “Y si no le doy placer”.
  • “El olor del semen me da asco”.
  • “No soporto el sentirme sucia o sucio y las relaciones sexuales son muy sucias”.
  • “No hago nada bien,¿ cómo voy a complacer a otro?”.
  • “Tengo que llegar al orgasmo, lo necesito”.
  • “Mi pareja tiene a otro u otra”.
  • “Va a escuchar el bebé no me logro concentrar”.
  • “No le gusta, no tiene cara de que le guste”.

Factores de mantenimiento

“Factores de mantenimiento” (Hawton, 1985, p.66).

Esto explica el por qué persiste la disfunción incluso a pesar de llevar un tratamiento que en algún punto genero una recuperación.

Estos son ansiedad por el rendimiento, anticipación al fracaso, sentimiento de culpa, miedo frente a la intimidad o relación sexual, problemas de pareja mitos en la sexualidad, problema de comunicación con la pareja trastornos psiquiátricos y muchos de los que vemos como factores que lo generan a veces lo siguen manteniendo.

Se suele caer en pensamientos tales como “y si vuelvo a perder la erección”, “tengo miedo a que me duela otra vez”, “ mi pareja se va a molestar”,  “no soy capaz mejor lo evito”,  “mejor sigo usando el lubricante”, “¿ y si el tratamiento no funciona?”.

¿Cómo identifico una disfunción sexual?

Lo primero que debo saber es ¿desde cuándo? Ya que puede ser primaria, es decir, he presentado esta dificultad a nivel sexual desde inicios de mi vida sexual activa y me ha acompañado toda mi vida o secundaria comienzo a ocurrir hace un tiempo.

En las diferentes etapas por ejemplificar solo algunos de los testimonios tenemos distintas reflexiones y experiencias como lo son:

Primaria

“Desde los inicios de mi vida sexual presente dolor al tener relaciones sexuales con penetración  durante esta”.

“Desde que inicie mi vida sexual me he considerado eyaculador precoz ya que toda mi vida he durado unos segundos”.

Secundaria 

“Hace un año comencé a tener dolor al tener relaciones sexuales con penetración pero antes nunca me paso”.

“Hace un par de meses que he comenzado a eyacular más rápido de lo que lo hacía antes”.

Si es situacional si es continua o episódica, es decir pasa siempre o solo en algunos momentos.

Contexto Continuo:

 “Ya hace un mes tanto en masturbación o relaciones sexuales no he logrado llegar a una erección completa”.

Contexto Episódico:

“He tenido relaciones sexuales donde no hay ningún problema y tengo una buena erección pero hay días que de verdad no responde no me hace caso”.

Saber diferenciar estas situaciones ayuda a entender que tipo de tratamiento se puede seguir.

Algunas recomendaciones y potenciales soluciones 

Acudir a un tratamiento farmacológico y psicológico, dependiendo de la causa.

El primer paso es entrar en calma y entender que es algo que me pude pasar ya como leíste mas arriba puedes ver que hay múltiples causas.

Lo primero es pensar qué crees tú que lo puede estar provocando y así ver al especialista indicado ya sea médico o psicólogo y aquí te dejo algunos pasos a seguir:

La comunicación es lo principal

Si el problema que viviste afecto a tu relación de pareja habla con tu pareja la comunicación es muy importante.

Muchas veces un problema sexológico afecta a la pareja ya sea con creencias como tiene bajo deseo porque ya no me ama o le gusta alguien más y me engaña si estás viviendo este problema pide ayuda y busca asesoramiento sexológico para ti y tu pareja.

Pide ayuda 

Si ya te diste cuenta del problema y sientes que no puedes con estos pensamientos o con la situación en si, pide ayuda ya sea con un psicólogo o sexólogo que te pueda ayudar a enfrentar el problema.

Escucha tus pensamientos

Si ya viste a tu médico urólogo o ginecóloga y descartaste la parte médica, toma un momento para escuchar tus pensamientos o revisar si ha ocurrido algún cambio o evento  importante en tu vida.

Conócete

Conoce tu cuerpo, observa tus genitales y está al tanto de los cambios en ellos ya sea en tu piel, flujo, olor, porque todo  esto puede ser la expresión de que algo no anda bien y si conoces tus genitales vulva y pene será más fácil notar si algo no anda bien.

Otras recomendaciones que debes tener en cuenta son:

  • Revisa tus expectativas sexuales.
  • Una vez al año o tres meses después de terminada una relación haz los exámenes para descartar alguna ITS, aunque tengas  una pareja estable es importante cuidar la salud sexual.
  • No tengas relaciones sexuales si estas angustiado, estresado o simplemente no estás seguro o segura de si quieres.
  • Los hombres también pueden decir que no, saquemos ese prejuicio que tanto daño hace de que el hombre siempre quiere eso no es verdad.
  • Si tienes duda sobre tu sexualidad busca asesoramiento sexológico no te quedes con las dudas o temores ya que estar informado y tener una buena educación sexual es fundamental para disfrutar de tu sexualidad ya sea contigo mismo o con otro.
  • No te sobre exijas a nivel sexual (no es una competencia o una actividad en la que debes ser perfecto).
  • Evitar automedicarte, viagra o drogas para un mejor rendimiento o utilizar suplentes para la falta de lubricación como lubricantes, ya que con esto solo empeoramos el problema.
  • Revisa pensamientos erróneos o falsas creencias que tienes con el sexo como que la mujer se demora más tiempo en excitarse que un  hombre o que la mujer desea menos no es real ya que eso depende de la persona no del genero.
  • No eres responsable del orgasmos del otro solo intenta entregarte al placer y eso transmitirá también placer a tu pareja.
  • Tomate tu tiempo en los juegos previos y permítete jugar antes, durante y al terminar con caricias, cosquillas o lo que les guste. 

Deja a un lado los paradigmas 

Para concluir y dejar de lado los paradigmas sexuales, en las diferentes circunstancias como son perder la erección, no tener ganas un día, terminar más rápido, no llegar a orgasmo; no tiene por qué ser un problema es solo que no prestaste atención a lo que tu cuerpo quería.

Estas cansado o cansada o simplemente tenías muchas ganas, no te desanimes si te pasa esto alguna vez en tu vida ya que es normal nos puede pasar a todos.

Pero pide ayuda a un especialista  cuando veas que está afectando tu vida sexual, te angustia o afecta otros ámbitos de tu vida personal en más de una oportunidad.

La relación sexual contigo u otro no debe ser un problema o un trabajo más, es placer, disfrute, vive tu erótica encuéntrate contigo y no sufras frente a algo que fue hecho para disfrutar, entrégate al placer, juega y ríe es parte de lograr un bienestar sexual. 

Referencias bibliográficas:

Lucas Matheu, M y Cabello Santamaría, F.(2007) Introducción a la sexología clínica. Elsevier Iberoamericana.

Hawton, K .(1988).Terapia sexual. Ediciones Doyma. 

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